Seamos realistas: la terapia con imanes tiene una mala reputación, desde los días de Antón Mesmer (de donde viene el origen de la palabra «hipnotizar») y su «magnetismo animal», hasta la gente que vende pulseras y tazas magnéticas como una cura para todo.
Imanes para sanar nuestro cuerpo
Tal es el destino de la magnetoterapia, ya que hay un montón de gente por ahí desesperados, heridos o de otra manera vulnerable a ser persuadidos para dar su dinero duramente ganado a cambio de una forma mágica de curar sus dolencias.
No estamos diciendo que todos los que venden la terapia de imanes son mentirosos. Muchos creen con fervor religioso que sus imanes curarán cualquier enfermedad que usted pueda nombrar, del cáncer, SIDA al eczema, siendo ambos extremos entusiásticamente equivocados y peligrosos.
A pesar de toda la mala reputación del uso terapéutico de los imanes, hay ciencia sólida detrás de la terapia del imán para una variedad de condiciones.
Somos optimistas, sin embargo, así que vamos a examinar la verdad tal y como la conocemos en 2009. Te daremos las opiniones extremas, luego nuestra opinión sobre la ciencia.
Terapia con imanes, ¿verdad o mentira?
La ciencia dice: «Buena investigación» y se refiere a estudios aleatorios, controlados con placebo realizados en una población suficientemente grande para determinar si los resultados son significativos.
Esto significa que las personas que se someten a las pruebas se asignan aleatoriamente a grupos (asignados al azar), uno recibe el tratamiento real (el grupo de tratamiento) y otro recibe tratamiento falso (el grupo placebo o control) y ni los investigadores ni los pacientes saben quién está recibiendo hasta después de que los datos se han recopilado y analizado.
Como regla general, debe haber al menos 5 sujetos (pacientes, ratas de laboratorio, cultivos de tejidos, lo que sea) en cada grupo para que haya una probabilidad de significación estadística.
Llevar los estudios e investigaciones de esta manera es importante debido a la comprobada (y muy potente) conexión mente-cuerpo que es responsable del efecto placebo – la mejora de los síntomas subjetivos a pesar de que no se ha dado tratamiento real.
Actualmente, los mejores estudios de terapia con imán usan sujetos que no son vulnerables al efecto placebo, como las ratas de laboratorio. Los resultados de estudios que no son capaces de trabajar dentro de estas limitaciones todavía pueden ser válidos.
Sanación corporal gracias a los imanes
Los promotores de las terapias con imanes dicen: Los imanes aceleran el proceso curativo.
Los que van en contra dicen: No hay pruebas confiables de que tengan algún efecto en la curación.
La ciencia dice: Los estudios en seres humanos en esta área son comprensiblemente pocos y no bien diseñados, porque cada herida es diferente, ya que los estudios sobre las incisiones quirúrgicas están plagados de trampas porque cada paciente llega a la cirugía con diferentes problemas de salud, y se va a casa a diferentes situaciones y diferentes niveles de cuidado de la herida postquirúrgica.
Un excelente estudio en ratas de laboratorio, con heridas en la espalda, mostró que las heridas que fueron tratadas con imanes curaron completamente en 15 días, en comparación con 20 días para las ratas con imanes falsos.
Así que suponemos que todo dependerá del cristal con que se mire esta novedosa terapia.